LAS
LETICIAS
Escaleta genérica para
película
Autor:
Willy Guevara
Personajes:
|
HOMENAJE
A ARISTOTELES PICHO
Los
sucesos ocurren antes y después de
Huampami.
Río Cenepa. Guarnición Militar de Chávez Valdivia-Kuzu-Kubaim. Enero-Febrero
(Tiempo de lluvias)
La
construcción del guión admitirá el desarrollo de la mayor cantidad de planos
secuencia.
Se
establecerá un sistema intenso de ensayos con los actores hasta hallar “la enfermedad aristotélica” dramática más
adecuada.
Los diálogos
serán inventados entre actores- guionista-director.
Las
voces propias y en off deberán brotar
de tal manera que no se sientan aprendidos ni memorizadas. Voces que
extiendan sus imaginaciones y den
cuenta de los ensayos.
El guión estará siempre abierto.
Asistiremos y gestaremos un
experimento en múltiples aspectos.
|
SECUENCIAS
CENTRALES:
1.-Una tarde de lluvia intensa en las montañas de Kuzu-Kubaim Leticia
estaba procesando un Parto Vertical en medio de
lechos inmensos
de hojas esparcidas debajo de árboles
gigantescos. Estaba desnuda. Yo la miraba. La miraba Tsejem. Ambos
éramos héroes de guerra. Despojos
humanos totales.
2.-Sincronizaba sus glúteos. Serpenteaba la columna. La nuca se hacía gato. Su vulva,
que Tsejem había lamido y besado, y que nunca me perteneció, se abrió como una
flor acuática y emergió la pequeña
Leticia. Ojos abiertos. No lloró. Miró
el bosque y el agua del cielo sin asombro alguno.
3.- La tormenta se hizo más terrible. Los truenos más sonoros. Los rayos más violentos. La tarde estaba a
punto de cesar. Leticia sonrío. Tomó a la pequeña Leticia y la humedeció de lluvia. Cantó un Anen. El paisaje se fue apagando hasta el silencio. Sin
haberla procreado fui su padre desde
entonces.
4.- Salíamos de Chávez Valdivia cada mes a Huampami. Dos pumas
entrenados para matar. Tsejem era awajun
puro. Se sentía doble guerrero. Descendiente de Asagkay.
El último guerrero de honor. Y soldado
peruano entrenado para matar ecuatorianos. Conocí a muchos jóvenes awajun. Él
era absolutamente distinto. Luego sabría que sus Visiones de Poder y de Futuro
fueron diferentes.
5.-Yo, un aventurero que
decidió dejar por un tiempo la
universidad y buscar nuevas emociones. Meterme al monte. Los tambores de guerra se
sentían en la década de los 90s con fuerza.
De pura adicción a la adrenalina
me enrolé.
6.-Fuimos yunta guerrera
desde los primeros días de
entrenamiento. El comandante nos vio
complementarios. Tsejem era la cara y yo
la despalda. Compacto. Un Mum. Con una fuerza interior poderosa. Me sedujo esa
diferencia. Aprendí a ser amigo entre hombres
de culturas opuestas.
7.-Yo había practicado casi
todo lo que en la Costa
y el Mar del Perú se llama deporte. Pero
la selva de la Cordillera
del Cóndor me fascinaba. Me daba miedo. Me desafiaba.
Me tentaba. Me hacía guiños.
8.-Una noche nos desnudaron y untaron el cuerpo con aceite y con solo
dos puñales nos metieron en una ciénaga. Los pies forrados de jebe.
Nos atacaron por todos lados. Era un entrenamiento extremo. Si alguien moría no importaba. Ganamos. Ganó Tsejem.
9.-Esa noche hizo que le diera los alimentos a la boca. No podía
tocarlos con las manos. Era magia
awajun. Había matado. Estaba contagiado del ébesek. Sus manos estaban contaminadas.
Yo hice lo que dijo. Le di de comer a la boca.
10.-Yo sobreviví a la batalla de
la ciénaga y sentí que eso era el infierno pero de pura verdad. Sin conciencia de nada. Solo traté de
no morir.
11.-Las chicas del prostíbulo
nos esperaban cada Sábado con la idea de
organizar concursos de orgasmos que yo alentaba y Tsejem no. Somos guerreros
decía. Vaciemos los testículos cuando yo lo diga. Sentirás algo diferente.
12. En las largas noches de la Base
Militar me narró de sus ancestros y de su compleja cultura.
Nadie como él para escuchar los murmullos de la selva. Para
leer el agua. Lo supe de inmediato: en
combate real dependería de él.
13.-Los Domingos amanecíamos desnudos bajo las Tunas. Cataratas largas
de agua helada. Aprendí a ser amigo
de otro amigo más allá del deber
y la patria. Yo no tenía idea de patria.
Tsejem tampoco. Para él era una oportunidad de
manejar a la muerte.
14.- A Leticia la conocimos un Sábado en una fiesta en
Huampami. Era mezcla de awajun, wampis y mestiza. Muy bella y
absolutamente extraña.
“Los Mirlos” sonaban y
ella bailaba consigo misma en sus mundos
ocultos. Nadie existía cuando danzaba.
Ojos enormes. Negros.
Cabello largo. Piel perla. El leguaje de su cuerpo era de hembra absoluta. Sus pómulos suaves.
Su cuerpo una serpiente.
15.- En un momento en que los mundos se alinearon yo le
hablé. Leticia me inmovilizó con sus
pupilas y bailamos. Yo bailaba
muy bien .Pero ella mejor.
16.-Nunca más fuimos a los
torneos de orgasmos y vaciábamos los
testículos a la manera guerrera.
17.-Nos enamoramos de ella.
Tsejem calló. Yo callé. Leticia calló.
18.-Desde entonces hablamos un lenguaje sin palabras o con otras
palabras. Los tres sabíamos del amor que nos quemaba. ¿Ese era el amor que todos sentirían
en una situación similar o era otro? Yo
creo que era otro. Se hizo otro de pura necesidad.
Asumimos ese amor de una manera mágica. ¿Amigos? Más que eso y menos que eso.
Yo creo que estábamos inventando una nueva manera de ser.
19.- Convencionalmente estábamos
enamorados los tres de los tres. Pero jamás hicimos institución sobre eso. Ni decadencia ni moda. ¿Amigos? No. ¿Algo
que se pareciera a ser amigos? Tal vez.
No estoy seguro. En todo caso mantuvimos eso que se llama amor debajo de eso
que se llama amistad.
20.-Desde entonces jamás vaciamos los testículos. Respeto sagrado por Leticia. Rigor de guerreros.
21.-Leticia nos contó cuando ya
éramos despojos que cantó un Anen para ser así. Así como fuimos, como somos y seremos.
22.-Caminar por el monte recogiendo los mejores sapos y hormigas para
comerlos. Ir hasta Kuzu-Kubaim. Sortear
los remolinos malditos del Comaina.
Arrastrarnos hasta Paisa. Rampar hasta
las montañas más puras y limpias.
Esa vida no era sencilla.
Era más compleja y bella que cualquiera.
Yo estaba emocionado. Un despojo heroico
feliz de ser distinto.
23.-Nuestro amor era una serpiente de agua sin destino. El agua se evapora y se transforma. Busca un camino
inhallable porque no existe eso de amar sin amar. Pero lo intenta. Sabe que al hacerlo distrae
al tiempo. Y esa puede ser una forma de
resolver el enigma. Distraerlo para intentar una solución imposible.
24.-Como yunta guerrera no
podíamos pelearnos. Tsejem me trasmitió todas sus visiones y poderes. Si pasada
la guerra sobrevivíamos, iríamos a Shaim a
que yo obtuviera mi propia visión.
25.-Los Sábados y Domingos los tres éramos uno. Leticia, Tsejem y yo. ¿Una
hermandad? No lo sé. No. Pero todo lo colocamos delante de nosotros hasta hallar lo que vendría.
26.-Un amor así tiene miedo a
las palabras. El juego y las apuestas las sustituyeron. Los awajun son
autárquicos, individualistas y les gusta competir. A mi también.
27.-Un amor suspendido en el aire vive de la posibilidad y del futuro. Y es una de las formas de la realidad
y del sueño.
28.- ¿Qué sería de nosotros si la vida fuera de otra manera? Los tres
competíamos para imaginar el mejor después. Ensayos para ganar tiempo o
producir tiempo. El presente fue una convención.
29.-Leticia bailaba como diosa
demente y bebía por los tres. Nadie la miraba. Ni los Comandantes. Todos temían a
Tsejem.
Del costeño
aventurero no quedaba nada. Yo era la aventura. Lo sentía.
Haría todo lo posible para no morir cuando llegara la hora.
30.-Y llegó la hora. Un helicóptero nos dejó cerca. De allí solo a
esperar la noche. La guerra fue de noche y con mucha lluvia en ciénagas ciegas que parecían
organismos vivos. Cuerpo a cuerpo. Ahí
estaba todo. Tsejem la cara. Yo la espalda.
31.-Una noche estalló el sol. Después el silencio.
32.-Abrimos los ojos. Meses. Leticia nos secuestró del Hospital de
Campaña. Después narró su eficacia.
33.-Vivíamos en un Ayántai en
las montañas de Kuzu-Kubaim. Ya no
éramos seres humanos. Despojos. Restos
de nosotros mismos.
Una Nungkui-Leticia nos había devuelto de las tinieblas y nos
había mantenido vivos.
34.-Yo había quedado castrado y sin piernas. Tsejem había mantenido sus testículos pero había perdido brazos y
piernas.
35.- La decisión llegó. ¿La planeó
Leticia? No dejaba de ser una Nugkui.
36.-Antes de que muriera Yo o Tsejem
Leticia sería fecundada. Solo podría ser de Tsejem.
37.-Asistí a la sesión de
fecundación que estaba más allá del
amor, de la amistad, o de lo que ambos conceptos significaran
para los demás. No para nosotros.
No había lugar en el universo para definir eso. Tal vez
estábamos inaugurando montañas recién nacidas.
38.-Ayudé a las posiciones que
Tsejem no podía. Sabía que se prolongaría en
el vientre de Leticia.
39.-Después de fecundarla frente a mí. Murió.
40.-Como guerrero awajun auténtico. Soldado peruano héroe de guerra. Lo
dejamos debajo de los pisos vegetales
del monte.
41.-Tsejem vivía o moría en las hojarascas del monte más alto de Kuzu-Kubaim.
Leticia cantaba diferentes Anen.
42.-Yo me arrastraba aún y puse
en práctica las memorias de Tsejem para
tratar de ser un poco como él.
43.-Leticia veía crecer su
vientre. Tsejem era parte de nosotros.
No dejó de estar ahí jamás.
44.-En las noches de estrellas la voz de Tsejem seguía viva y Leticia la interpretaba y yo me hacía menos héroe y más humano.
45.-Cuando nació la pequeña Leticia
Tsejem creció más. Vivió otra vez entre nosotros. ¿Volvió a la vida? Ya
no éramos tres. Éramos cuatro. El bosque lo devolvió.
46.-Tsejem arrastrándose jugaba con la pequeña Leticia. Empezamos a competir otra vez.
47.-Criamos a Leticia, la pequeña, en el sentido de los cuatro.
48.- Cazábamos, pescábamos, recolectamos, capturábamos Tayos.
49.- Domesticamos nuestras
discapacidades. Las ensayamos. Entrenamos para ser despojos heroicos útiles. Para
vivir como quedamos después de que estalló el sol.
50.-Así como ensayamos la guerra. Ensayamos la paz. Nos esforzamos para ser hábiles despojos. La discapacidad
pronto fue parte de nuestra naturaleza. No nos importó.
51.-Tuve mi visión. Volvería a mis pasados. Pero retornaría. Solo
cerrar una vida y abrir otra.
52.-Leticia y Tsejem empezaron a
inventar el modo de ser así para siempre. De ser así los 4. Hasta morir de verdad. ¿Una nueva manera de
amor implicaba una nueva manera de vivir y de morir?
53.-Tsejem y Leticia empezaron a
inventar trabajos para cumplir
una tarea pendiente que se habían
impuesto como indígenas: hacer que las mujeres awajun no se suiciden.
54.-Tenían un antecedente. Nosotros cuatro. Nuestros corazones limpios.
¿Nuestra hermandad de mucho amor sin amor? Todo aquello que hacía envenenarse a las
mujeres.
55.-Nunca fuimos a recoger las Medallas de Héroes de Guerra. ¿Para
qué? Como los antiguos guerreros de
honor. Habíamos vencido a la muerte y a
la vida.
56.- Creo que finalmente habíamos inventando una
forma de amarse entre cuatro. Todo el mundo vive de creencias ¿Por qué nosotros
no? Era nuestra creencia y nuestra vida.
Y lo sería hasta en el momento de la muerte sin
magia.
57.-La pequeña Leticia cumpliría
quince años. No necesitábamos preguntarnos ni afirmarnos nada. Andábamos
por las montañas. No éramos errantes. Solo
Aents.
Ellas erguidas y bellas.
Nosotros hábiles discapacitados. ¿Un
nuevo clan? No. Dos hombres que volvieron de la muerte y dos mujeres Nugkui que manejaban los bosques y reían y bailaban
con nosotros y nuestras extravagantes
tecnologías para mostrarnos como hombres
completos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario